La Semana Santa o la Semana Mayor, es celebrada por todos los católicos del mundo durante el Domingo de Ramos y el de Pascua, en donde conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo por medio de actividades litúrgicas, que invitan a la reflexión y a la participación activa de los feligreses.
Durante estos días, las flores forman un elemento esencial para el acompañar esta celebración, por lo que es común encontrar en las iglesias gran variedad de ellas.
Las fechas en la que se celebra la Semana Santa son variables año con año, sin embargo, en México siempre coincide en la primavera, época en donde podremos encontrar una gran variedad de flores con las cuales se adornan las iglesias, las imágenes y todo tipo de actividades que combinan tradición y devoción, donde toda una gama de arreglos florales y plantas ornamentales adquieren un significado simbólico y protagónico.
En nuestro país, las condiciones climáticas favorecen a la aparición de una gran variedad de flores. Esto depende también de las estaciones del año y su ubicación geográfica. Las más comunes para esta celebración son las dalias, orquídeas, rosas, margaritas, gerberas y tulipanes.
En el caso de la Semana Santa, por el carácter simbólico que se le atribuye a las flores y plantas que se incorporan a esta celebración religiosa, es común que predominen los colores blanco, morado, rojo y verde. El rojo; representa la sangre derramada y el sacrificio, el morado; simboliza el sufrimiento y la penitencia, el blanco; se emplea como señal de pureza, el verde; incluido por medio de hojas y ramas de diversas plantas, como pino, palmas y laurel según la zona, imagen o espacio que adorne.
La selección de flores que se emplean para adornar y acompañar las actividades de la Semana Santa está determinada por varios factores. En primer lugar, depende de la ubicación geográfica, pues las condiciones del clima y suelo de cada región determinará aquellas plantas a las que será más fácil tener acceso. Por ejemplo, en España, el clavel y el lirio de pascua, son unas de las especies florales más representativas de éstas fechas ya que coinciden con la época en que florecen, con la celebración religiosa.
Otro punto importante a tomar en cuenta en la elección de las flores para Semana Santa, es el factor económico, ya que hay feligreses que cuentan con el poder adquisitivo para comprar arreglos florales exclusivos, mientras que hay otros más humildes, que recurren a las flores y plantas silvestres de las zonas rurales.
Con el paso de los siglos, las flores han formado parte de nuestras celebraciones más importantes, en especial la de la Semana Mayor, por lo que si por alguna situación, recurrimos a utilizar otras plantas que no son comunes para esta tradición, éstas tendrán la misma importancia para los católicos del mundo entero.
Dentro de la selección de plantas y flores de determinada zona o región, las especies florales se van acomodando de manera simbólica en cada arreglo floral, esto depende del momento de la pasión que se represente, si acompaña a la imagen de Cristo en cada uno de los momentos de su calvario, o si es para adornar una imagen de la Virgen o decorar los distintos templos en general.
Algunas de las flores más empleadas durante esta época son los diferentes tipos de orquídeas, cuyo uso tradicional se ha relacionado con ceremonias religiosas mexicanas desde hace mucho tiempo. Asimismo, el uso de juncos rojos, gladiolas, rosas, alcatraces y lirios amarillos, también son comunes encontrarlos en esta celebración. Este último se sustituye por frutos de granadilla cuando su floración no coincide con la Semana Santa.
Con todas estas flores, se elaboran diferentes ornamentos, entre los que cabe mencionar ramilletes, lechos del Cristo tocados para sombreros, adornos para canastos, guirnaldas, entre otros. También se emplea como complemento y para resaltar los colores de las flores, hojas, ramas de laurel y pino, así como pequeñas plantas de maíz.
Uno de los adornos más vistosos y representativos es el conocido bajo el nombre del lecho del Cristo, el cual suele llevar heno blanco, flores de junco rojo, lirios amarillos, plántulas de maíz, así como frutas de temporada. También se suelen elaborar ramos con hojas, las cuales se disponen frente a las iglesias o capillas y son adornadas con ramilletes y guirnaldas. Dentro de los templos es frecuente incluir arreglos elaborados con rosas, gladiolas y alcatraces.
También durante las concurridas procesiones y populares representaciones del vía crucis que se lleva a cabo a lo largo y ancho del país durante la semana mayor, es tradicional la presencia de múltiples flores, acompañando a las distintas imágenes y feligreses, entre las que destacan, especialmente, las rosas y orquídeas. Esta tradición, en una forma muy importante de honrar a Cristo y a su Iglesia.
Según la región de la que se trate, las flores utilizadas en Semana Santa, son recolectadas o extraídas de la población silvestre, cultivadas ó compradas en el mercado local, ya sea en mayor o menor proporción, pero están siempre presentes durante el desarrollo de toda la festividad religiosa y la comunidad entera y suele organizarse de forma entusiasta para participar en su recolección y disposición.
Durante la Semana Santa, en México, las flores no sólo se emplean como ornamento relacionado con las tradiciones religiosas, sino que también forman parte de la gastronomía típica de esos días. Se emplean flores en la elaboración de ensaladas, sopas, platos principales y hasta postres en las distintas regiones del país. En este sentido, cabe mencionar a las flores de calabaza, maguey, palma, colorín, jamaica, entre otras.
La relevancia de las flores durante la Semana Santa en México a largo de la historia, se ha convertido en un elemento fundamental de tradición cristiana, creando un símbolo de devoción y respeto de los creyentes hacia Cristo. El ornamento, es infaltable para los eventos católicos más importantes y trascendentales de la Iglesia.